jueves, 18 de febrero de 2016

El hotel más caro del mundo.


Chalet N, el hotel seis estrellas más caro del mundo

En uno de los destinos más exclusivos de esquí en Europa, a 1.660 metros de altitud, se alza este hotel concebido para provocar el éxtasis de quién allí tiene la suerte de hospedarse. Te invitamos a descubrir por qué una semana en el Chalet N cuesta la nada desdeñable cifra de 250.000 euros: uno de los más caros del mundo y seguramente el más glamuroso de todos.

¿Relajarse en una ducha con una cortina de cristales Swarovski? ¿Sumergirse en la piscina para escuchar música dentro del agua? ¿Beber una copa del mejor champagne en unbar de hielo mientras se contempla la espectacular montaña de Arlberg en Austria? deseos concedidos.
Construir el chalet más fabuloso en Oberlech, en Austria y una de las mecas del esquí, era el sueño de uno de los hombres de negocios más poderosos de ese país. Se topó de lleno con una de las particularidades legales de la zona: nadie puede poseer una vivienda si no habita en ella al menos seis meses al año. La medida es imposible de contornear: controles de luz, agua y hasta chequeos regulares de la basura para evitar casas cerradas y la sensación de un pueblo fantasma.

El millonario, tozudo, decidió continuar adelante con su proyecto pero convirtiéndolo en un hotel, algo sí permitido por la legislación. Treinta y ocho millones de euros después nace el Chalet N, autoproclamado como hotel de seis estrellas. Y es que con las cinco de rigor seria quedarse muy cortos. Te invitamos a descubrir por qué una semana aquí cuesta la nada desdeñable cifra de 250.000 euros (para 22 personas).

Decoración que despierta los sentidos

Atención a los fanáticos del interiorismo y los devotos de lo exquisito, Chalet N es la combinación perfecta entre la arquitectura tradicional de los Alpes, en la que es protagonista el roble, y los materiales mas increíbles que lo convierten en una espectacular vitrina de diseño al servicio de los sentidos.
Paredes con piedra de travertino y granito y toques de acero negro creando texturas que invitan a tocarlas o alfombras con elegantes matices brillantes que no podemos parar de mirar. «Son cristales Swarovski», anuncian. Aquí cada detalle cuenta, como nos explica Sebastian Zenker, interiorista de Chalet N, «quién viene aquí espera encontrar algo sublime y es exactamente lo que les damos».

Habitaciones infantiles.

Ya en la suntuosa habitación con chimenea seguimos deleitándonos con las diferentes posibilidades: acomodarse en el sofá enfrente de la chimenea, sumergirse en una fantástica bañera mientras se contempla el hipnótico paisaje nevado o levitar sobre un colchón de plumas y cubrirse con un edredón del mismo material de la prestigiosa marca austriaca Kauffmann, sin olvidar escoger una de los siete tipos de almohada y no querer levantarse nunca más.

¿Este spa es real?

Uno de los platos fuertes de Chalet N es su spa, que ocupa una planta entera del edificio, y ofrece exclusivos tratamientos. Pero lo que convierte en tan singular a este spa son otros aspectos capaces de dejar con la boca abierta hasta al más escéptico.
La piscina, que fluctúa de color cada 20 segundos, posee un sofisticado sistema de sonido para escuchar música debajo del agua. En el exterior, dos jacuzzis en la nieve nos invitan a relajarnos con los Alpes como mágico telón de fondo. «Adelante», nos invita uno de los mayordomos, «os traeré una copa de champagne». ¿Puede haber algo mas glamuroso en el mundo?

El impoluto paisaje desde el jacuzzi.

Sí, puede haberlo, porque tras tomar una sauna finlandesa el ritual aconseja refrescarse en la ducha envuelta por una cortina enteramente recubierta de cristales… ¡Swarovski!

Todo al servicio del esquí

Olvidemos (si podemos) la mesa de billar, la sala de cine, la insólita piscina o el jacuzzi y recordamos que aquí se viene sobre todo a esquiar. Y por supuesto que el Chalet N ofrece todas las comodidades para hacerlo con mucho estilo.
Encontraremos instructores de esquí adaptados a todos los niveles y una sala para equiparse con taquilla para el huésped. Incluso un calentador de botas nos asegura arrancar la jornada bien calentitos. ¿El colmo de los colmos? Un ascensor nos deja a pie de pista para disfrutar de una jornada de esquí en uno de las mejores estaciones de Europa.
En cuanto al apartado gastronómico, es posible comer en la terraza un día soleado rodeados de la impoluta nieve de los Alpes, en el elegante comedor o en la llamada Walser Stübel. Chalet N ofrece placeres culinarios dependiendo de nuestro humor y de la meteorología pero siempre con el denominador común de la excelencia y cuidando, una vez más, los detalles: cubertería ultra ligera de titanio u originales platos hechos a mano.
En el salón principal, rodeado de grandes ventanales con cristales a prueba de balas (¿extravagancia o exigencia para proteger a algunos de los ilustres huéspedes?), Nicolas, el joven chef, discípilo del laureado Massimo Bottura, prepara cada noche unmenú de alta cocina con ingredientes de temporada. «Una experiencia para los sentidos, no solo con colores, olores y sabores sino también con pensamientos positivos», dice el joven chef, seleccionado personalmente por el propietario de Chalet N.
| Más información en www.chalet-n.com

El lujoso y excéntrico Chalet N rodeado de la blanca nieve de los Alpes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario